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Un joven revolucionario Ñique Ríos, se convirtió en un hombre con una larga experiencia de vida. Foto: La República.
Por: Redacción La Industria
TRUJILLO
Publicada el 09/12/2019 - 04:52 PM
Juvenal Ñique Ríos: periodista, poeta, educador y luchador social
El legendario militante aprista dejó este mundo el último domingo a los 104 años.
Óscar Juvenal Ñique Ríos es natural de Moche y, se incorporó a las filas del Partido Aprista Peruano (Apra) desde su adolescencia. Durante la década del 45 compartió la responsabilidad de organizar el partido en el norte del país.
Por ese entonces, integró grupos apristas junto a Antenor Orrego, Alcides Spelucín Vega, Alfredo Tello Salavarría, Nicanor León Díaz, Luis Heysen, Julio Garrido, Julio Galarreta Gonzales, Luis Cáceres Aguilar, Hermes Cáceda Mendoza, Oscar Idiáquez Ríos, entre otros personajes de la época.
Fue docente y secretario general de Indoamérica, de la Escuela Normal Superior Carlos E. Uceda Meza y del Colegio Instituto Moderno (Trujillo).
En mérito a su labor como educador, la escuela Uceda Meza y el Colegio Instituto Moderno lo reconocieron con medalla y diploma de honor. En 2010, el Ministerio de Educación le otorgó las Palmas Magisteriales en el grado de Maestro.
Asimismo, Ñique Ríos se ha desempeñado como conferencista en la Cátedra Vallejo y es el responsable de la hemeroteca de la Universidad César Vallejo.
Esta labor la desempeñó en distintos medios de prensa regionales, nacionales e internacionales, lo que le mereció la Gran Orden Chan-Chan en el Grado de Gran Oficial, otorgada por el Gobierno Regional de La Libertad y, la Medalla de Honor y Diploma de la Ciudad concedida en dos oportunidades por la MPT.
En 1997 fue reconocido como Amauta del Periodismo por el Colegio de Periodistas del Perú.
En agosto del 2006, el gobierno lo nombró Prefecto Honorario de La Libertad, reconociendo y destacando su trayectoria como escritor, investigador y educador con su contribución al rubro académico y cultural.
Sobre su obra poética escrita en las prisiones políticas de finales de la década de los años 30 y principios de los 40, el educador Johan Leuridan Huys, ha sostenido: “El tono de sus escritos es el de su voz y el de su agitada existencia. Simple, recia, clara. La poesía de Juvenal Ñique Ríos no necesita de traducciones o interpretadores. Es simplemente, la palabra, el grito de un ser humano que, como muchos, espera un mañana mejor para su patria”.
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