La familia de un extrabajador de la Municipalidad Distrital de Moche, se encuentra viviendo un calvario luego que el obrero sufra un accidente y ahora esté a punto de perder las dos piernas, debido a que no pudo recibir tratamiento a tiempo. 

Manuel Mayer Gamez Mitdieri (25) trabajaba recogiendo basura y el pasado 5 de diciembre del año pasado, mientras iba a la Campiña de Moche, golpeó su cadera contra la tolva. El impacto fue tal, que no podía caminar, pero pese a que pidió permiso, en el municipio no quisieron darle.

“Por temor a perder el trabajo, seguía yendo”, contó su esposa Cecilia Valeriano. En febrero, dejó de laborar debido a los dolores, no tenía seguro de ningún tipo y lo peor es que lo despidieron porque “estaba faltando al trabajo”; sin embargo, su ausencia se debía  a los exámenes médicos que tenía que pasar.

“Cuando lo llevamos al médico dijeron que tenía una hernia que se complicó, el traumatólogo nos explicó que le había salido un sarcoma (cáncer) en la cadera. Por eso ahora quieren cortarle las dos piernas, está en silla de ruedas y se queja de dolor”, refirió.

Lo triste es que solicitaron apoyo al municipio de Moche, donde el joven de 25 años laboró, pero nadie se ha pronunciado. “Los funcionarios estaban más preocupados en que no digamos nada y no hacerlos quedar mal, le escribí al alcalde y nunca me contestó”, reclamó indignada.

Ahora la familia tiene que atravesar difíciles momentos porque, al salir recurrentemente al IREN, se contagiaron con el coronavirus y ya no les queda dinero. Deben movilizar al paciente para sus tratamientos, pero no cuentan con medios, necesitan medicinas, pañales y leche para las tres hijas del agraviado.

“Hemos puesto la denuncia ante el Poder Judicial, para que la municipalidad se haga cargo de los casos porque es un accidente laboral, pero ahora solo pido apoyo para poder comer y las medicinas y análisis que necesita mi esposo”, refirió Cecilia Valeriano. Cualquier apoyo que deseen hacerle llegar, pueden comunicarse al 917181300, la familia vive en el jirón La Libertad n.° 548, al costado de las escaleras del colegio Dean Saavedra.