En el distrito de Tayabamba, provincia de Pataz, La Libertad, 30 familias enfrentan un grave riesgo debido al resquebrajamiento del suelo provocado por las intensas lluvias recientes. El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (Coer) advirtió sobre la erosión del terreno y el peligro de colapso.

Equipos de apoyo ya están en la zona para evaluar los daños y se solicitará un estudio de riesgo. En 2019, incidentes similares dejaron 40 viviendas inhabitables en el barrio Ortecho, en el mismo distrito, planteando la posible reubicación de los afectados.

El consejero regional por Pataz, Luis Rodríguez Ponce, constató el peligro y exhortó a las autoridades a unir esfuerzos para prevenir más tragedias. Se propone la construcción de muros de contención urgentemente para proteger las viviendas aledañas.

La situación también amenaza a Tayabamba, capital de la provincia de Pataz. Autoridades locales, incluido el alcalde Aldo Carlos Mariños, formarán una comisión para solicitar apoyo al gobernador de La Libertad, César Acuña Peralta, en Trujillo.

Se espera que las gestiones de la comisión logren apoyo gubernamental para enfrentar la crisis. La prioridad es garantizar la seguridad de las familias afectadas y evitar más daños en la comunidad de Tayabamba.

El Coer resalta la importancia de actuar con prontitud ante esta emergencia. La coordinación entre autoridades locales y regionales es fundamental para implementar medidas preventivas y de mitigación efectivas.

La solidaridad de la población se hace imprescindible en momentos como este. Se insta a la colaboración ciudadana y al apoyo a las familias afectadas por esta situación de riesgo.

El impacto de las lluvias en la región destaca la vulnerabilidad de muchas comunidades ante fenómenos naturales. Es necesario reforzar las medidas de prevención y atención en zonas propensas a desastres.

La experiencia de situaciones previas de emergencia debe guiar las acciones actuales. Aprender de los errores pasados es crucial para una respuesta eficaz y rápida ante nuevos desafíos.

La atención a estas familias afectadas no debe dilatarse. La urgencia y la eficacia en las respuestas son esenciales para evitar tragedias mayores y proteger la vida y el patrimonio de la comunidad.