En el marco del Día de los Derechos Humanos, especialistas advirtieron que el edadismo —la discriminación por edad— sigue afectando gravemente las oportunidades laborales y de emprendimiento para las personas mayores de 50 años. A pesar de su experiencia y habilidades, este grupo enfrenta barreras estructurales para acceder al mercado formal y a programas de apoyo empresarial.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que una de cada dos personas en el mundo mantiene prejuicios hacia los adultos mayores, lo que refuerza su exclusión de espacios económicos y sociales. En América Latina, donde el proceso de envejecimiento poblacional avanza rápidamente, este fenómeno podría convertirse en un obstáculo de gran impacto. En países como el Perú, muchos profesionales enfrentan dificultades para reinsertarse laboralmente luego de los 50, aunque aún tienen mucho que aportar.

La especialista Elizabeth Gómez, jefa de proyectos de Emprende UP y responsable de la iniciativa Ecosistema Plateado, subrayó que el país está desaprovechando un valioso capital humano. “Si no integramos ese talento sénior al ecosistema productivo, estamos perdiendo experiencia, compromiso y liderazgo que podría contribuir al desarrollo del país”, sostuvo.

Gómez propone una estrategia integral para revertir esta exclusión, que incluya el fortalecimiento de la autoconfianza, la actualización de competencias digitales, la orientación profesional y el acompañamiento psicológico. También resalta la importancia de fomentar el emprendimiento de personas mayores mediante asesorías, redes de colaboración y acceso a financiamiento inclusivo.

“La transición laboral después de los 50 no debe ser vista como el fin de la vida productiva, sino como una nueva etapa de aporte al país”, afirmó la vocera. Iniciativas como Ecosistema Plateado buscan justamente ofrecer alternativas para una vida laboral activa, digna y creativa más allá de los estereotipos de edad.