Autor: Alejandro Llerena Ibáñez, economista y periodista turístico, interesado en compartir e invitar al mundo la belleza que tiene nuestro país vecino.

Ecuador es un país dichoso, al igual que Perú de gozar de mar, Costa, Sierra y Selva. La costa ecuatoriana brilla por sus riquezas y sus recursos turísticos impulsados desde la Dirección Zonal 8 de su Ministerio de Turismo, pues saben que es una fuente valiosa de generación de empleo, más aún se afanan con éxito en revitalizarlo pues el covid paralizó el turismo.

Uno puede empezar “La Ruta del Spondilus” llegando a Manta vía área desde Guayaquil o Quito, desde éste último el viaje toma casi media hora de vuelo. Manta es un importante hub comercial porque reúne en un mismo lugar, puerto, aeropuerto, y modernas carreteras. Es el segundo puerto después de Guayaquil.

Su gente es alegre, cálida y hospitalaria, todos tienen un acento característico tipo caribeño, como hablan los puerto riqueños, colombianos y venezolanos.

La primera experiencia positiva fue conocer la modernidad de su hotelería, como fue el hotel Perla Spondylus, nada que envidiar a un hotel 5 estrellas, sin serlo. Pudimos conocer allí su gastronomía y coctelería de autor. Su chef Pablo Loor del restaurante Martha, estudió en D Galia en Lima, y estuvo trabajando en varios restaurantes de la cadena del reconocido chef peruano Gastón Acurio, conocido como “el rey midas de la gastronomía peruana”. A su turno la bartender Cris Castro nos preparó un cóctel de autor.

Ya empezando la mañana fuimos a conocer, el Astillero de Manta donde fabrican y reparan embarcaciones pesqueras de madera. Luego a pocos metros de allí recorrimos el Mercado de Marisco de Playita Mía, donde pudimos apreciar como comercializan los productos hidrobiológicos, que para nosotros los peruanos muchas eran especies desconocidas pero muy demandados por su pobladores, y otros destacaban por su variedad y gran tamaño, como los langostinos, caracoles, meros, pescado camotito, entre muchos más. Con precios muy accesibles. La gente que trabaja allí es muy amable y cariñosa, algunos fungían de nuestros guías explicándonos las especies marinas que allí vendían. Acompáñanos a caminar contigo por el mercado pesquero.

Posterior a ello los funcionarios, Gabriela Morales y Plutarco Bowen director de Turismo de Manta nos llevaron a conocer su Espigón Turístico, que será realidad el próximo año pues tienen ya la partida aprobada por US$ 21 millones que elevará la calidad de vida de sus ciudadanos manteños y será un polo de atracción turística.

Luego caminando fuimos acompañados de los representantes turísticos de Manta a conocer el centro de su ciudad, con casas de la época de los fundadores de la ciudad, ocasión para visitar el Museo Centro Cultural de Manta. Destaca allí la colección de la sala Manteños está formada por bienes patrimoniales de la Cultura Manteña (500 d.C - 1532 d.C), considerada la última población prehispánica del litoral ecuatoriano, que sentó las bases de la identidad manabita y que da nombre a Manta.

Aprovechando lo que quedaba de la mañana fuimos a conocer Montecristi, polo turístico artesanal por excelencia para adquirir lo respectivos souvenirs de los turistas visitantes. Ingresamos a visitar al taller de elaboración de Yullery Mero, lugar donde venden artesanía elaboradas en paja toquilla, donde nos mostró como elaboran sus sombreros.

Terminada esta ruta, fuimos a degustar la demostración gastronómica en restaurante Chavecito, que tan deliciosos se veían los potajes que no tuvimos tiempo de tomarles fotos a los platos. Ups!

Por la tarde, Ecuador tiene la particularidad, que en poco tiempo de la costa, esta su exhuberante vegetación, muy parecida a nuestra ceja de selva peruana que se ve en Chanchamayo, pero a 5 horas de la capital. Es así que llegamos al bosque Pacoche, donde encontramos un agradable albergue para turismo comunitario, allí nos atendió su anfitrión Adolfo Cevallos, donde mostró las comodidades con que cuenta, además de hacer caminatas por el bosque húmedo, proporcionando la indumentaria necesaria para el turista.

Luego de ello continuamos el viaje en la búsqueda de La Ruta del Espondilus…