Sheyla Castillo Corcuera era una de las 18 víctimas mortales que dejó la caída del bus de la empresa Ibitursa, a un abismo de 300 metros de profundidad. Ella era fisioterapeuta, pero sobre todo, una promesa para el fútbol femenino.

"Ella jugaba desde los 12 años, como éramos todos hombres y ella la única mujer, la hacíamos jugar al fútbol. Todos jugábamos bien, pero nos apartamos por el trabajo y nuestras familias [...] su entrenador llegó esta mañana y nos reveló que una liga ya la había fichado", contó su único hermano Ever.

El último domingo, Sheyla Castillo viajó a Callancas para jugar fútbol por la fiesta patronal. Su retorno estaba programado para ayer lunes, antes que empiece su horario de trabajo en el hospital La Noria, lamentablemente la muerte la alcanzó.

“Sus amigas la contactaron para jugar en el sector Pedregal (Callancas), ella es natural de la zona, pero vino a Trujillo donde terminó su carrera de fisioterapeuta, y trabajaba en el hospital La Noria”, contó su tío Amaro Flores. 

Sus amigas recuerdan que sobresalía en el deporte y tenía muchos sueños por cumplir a sus 23 años. Su último equipo fue el Club Alto Trujillo, pero también estuvo en el Real Florencia y otros conocidos. 

Los restos de Sheyla son velados en el barrio 4 A del centro poblado Alto Trujillo, la enterrarán mañana.